Unai López de Ayala, Kraken, se enfrenta a unas desconcertantes muertes que siguen un modus operandi medieval. Son idénticas a los asesinatos descritos en la novela Los señores del tiempo: un envenenamiento con la "mosca española", unas víctimas emparedadas como se hacía antaño en el "voto de tinieblas" y un "encubamiento" que consistía en lanzar al río a un preso encerrad en un tonel junto con un gallo, un perro, un gato y una víbora. Las investigaciones llevarán a Kraken hasta el señor de la torre de Nograro, una casa-torre fortificada habitada ininterrumpidamente desde hace mil años por el primogénito varón. pero el reverso de tanta nobleza es la tendencia de los señores de la torre a padecer el trastorno de identidad múltiple, un detalle que arrastrará a Estíbaliz a vivir una arriesgada historia de amor.
¡Buenos días! A principios de año, con la iniciativa que tenía de leerme libros que tenía pendientes de mis estanterías, decidí leerme El silencio de la ciudad blanca, primer libro de la trilogía La ciudad blanca de Eva G.º Sáenz de Urturi, un libro que me fascino de principio a fin y que provocó que a las pocas semanas leyese su segunda parte Los ritos del agua, pero que no me enamoró tanto como la primera parte, hubo cosas que me encantaron y otras que me dejaron algo vacía en cuanto a disfrute de la lectura. Aún así, ya que estaba metida de lleno en la trilogía y tan sólo me quedaba este último libro, Los señores del tiempo, decidí que era buena idea leerlo cuanto antes. Porque, aunque no soy apenas de sagas/series/trilogías, las pocas que leo me gusta terminarlas porque sino siento que me pierdo parte de la historia.
Los señores del tiempo esta compuesto por casi 450 páginas, e igual que los otros dos libros de la trilogía, nos encontramos con dos tiempos: el pasado y el presente.
El pasado, fruto de un libro llamado Los señores del tiempo, cuenta la historia de Diego Vela que vuelve a Vitoria después de tener una misión fuera de la ciudad, cuando llega las cosas han cambiado, puesto que todo el mundo lo había dado por muerto, y su sorpresa es cuando su hermano esta ahora en su sitio.
En el presente, seguimos con la vida de Unai López de Ayala, conocido como Kraken, el cual actualmente, junto con su equipo de investigación, esta metido en el caso de la desaparición de dos hermanas adolescentes. La historia ya empieza con un nuevo asesinato, por la mosca española, lo que a Kraken le hace recordar en seguida a los asesinatos del famosos y aclamado libro Los señores del tiempo, y a partir de ahí sucederán más asesinatos relacionados con el libro. El problema es que la editorial que publicó ese libro no conoce el autor y Kraken debe buscarlo para entender que esta pasando.
Los señores del tiempo ha sido una historia que no he disfrutado. He tardado 21 días en leerlo, sí es cierto que en medio me leí el quinto libro de Heartstopper, pero eso no tiene nada que ver en que haya tardado tanto en leer este tercer y último libro de la saga La ciudad blanca.
No sé si el resto de libros de la autora son del mismo estilo, pero en esta saga nos encontramos una vez más con dos tiempos para contar la historia: el presente y el pasado. El caso del pasado, me ha parecido una trama que me aborrecía y se me hacía algo pesada, al final ha habido partes de este tiempo que he ido pasando porque ya me estaba agobiando tanto con la lectura, que antes que abandonar la lectura, prefería pasar algunas líneas o párrafos. A parte, son partes que tienen que ver con el libro que esta relacionado con los asesinatos que hay en la actualidad, y al final no sabes si es real si es mentira, no sé, al final iba perdida con esa trama, obviamente en parte porque estaba pasándome partes de ella, pero es que no podía seguir con esas tramas. A parte, se ve que esta trama está unida con otro libro de la autora, porque quería como hacer hilar ambas historias, y ese libro no me lo leí y después de leer de que va dudo que lo acabé haciendo.
En la parte del presente, sin duda me ha gustado algo más, pues seguimos la historia de las otras dos partes, teniendo ya a una Deva de dos años que ya empieza a ser consciente de muchas cosas, también una trama donde vemos la relación de Unai con su mujer, también con su compañera de trabajo y el resto de gente que esta a su alrededor, porque al final les he cogido algo de cariño aunque este último libro no lo haya disfrutado.
Ambos tiempos están unidos por los asesinatos, y aunque me han parecido asesinatos curiosos y diferentes a los que estoy acostumbrada a leer, no siento que hayan sido nada del otro mundo, en parte por como se desarrollan.
En cuanto a la investigación sobre los crímenes, nos encontramos con un patrón bastante parecido al de los otros libros de la trilogía e incluso de otros libros de este estilo, donde se van buscando varios caminos para llegar al final de la verdad, y en el camino se cruza con varios que terminan no siendo, hasta que al final lo encuentran. En el caso del final, es decir el final de la investigación, no me ha terminado de sorprender, no me esperaba que fuese ese, en cuanto a quién lo hace, pero no sé si es porque estaba tan desconectada de la lectura porque no me estaba gustando, o porque la autora en ningún momento me ha dado la posibilidad de pensar que podría ser X personaje o X otro.
Lo que más me ha gustado es que la autora para escribirlo se ha documento mucho y muy bien, pero a veces el exceso de documentación puede jugar una mala pasada, al menos para mi en esta lectura. Pues aunque hay muchos datos del pasado que son reales, al final esto ha sido una trilogía de ficción que siento que tenía muchos toques de realidad, pero el exceso de datos del pasado con el presente me ha acabado agobiando.
En resumen, Los señores del tiempo es una final de trilogía que no he disfrutado en casi ningún momento. La trama del pasado no me ha gustado apenas. La trama del presente me ha parecido normal. Empecé con la trilogía con muchas ganas, pero a medida que he ido avanzando con ella se ha ido deshinchando hasta este final que no me ha parecido nada del otro mundo. Amaré el primer libro de principio a fin, pero creo que este libro y el anterior no quedarán en mi recuerdo.